El mundo resplandeciente de Margaret Cavendish


Nota: esta reseña la publiqué originalmente en Fantifica
Creo que para acercarse a la protociencia-ficción (si se le puede llamar así) hay que ir sobre aviso. No va a ser una lectura fácil. No va a ser una narración que cuide en demasía el estilo o la estructura. En cambio, sí podemos esperar un texto experimental, que juega con ideas y conceptos. Y, sobre todo, mucha filosofía. Una especie de reflexión pre-especulación. Por ello creo que todo lector que se acerque a este libro esperando una especie de pre-Frankenstein se va a encontrar algo muy diferente, o no tanto. El mundo resplandeciente, de Margaret Cavendish (Siruela, 2017) es, ante todo, una interesantísima obra que debería ser objeto de estudio.
Margaret Cavendish (1623—1673), fue duquesa de Newcastle y se la considera por muchos como la pionera y precursora de la ciencia ficción que inventaría años más tarde Mary W. Shelley. Pero quizá cabe destacar que Cavendish fue pionera en reivindicar la literatura femenina. Es decir, firmó con su nombre real una obra «especulativa». Nada de seudónimos. Nada de esconderse. De hecho, fue la primera mujer en firmar con su nombre y no un pseudónimo. Maria Antònia Martí Escayol nos trae la primera traducción al castellano de The Blazing World(1666), que publica Siruela como El mundo resplandeciente.
El mundo resplandeciente es una lectura descriptiva, didáctica, densa y que no toma concesiones con el lector. Es decir, quizá por contexto, quizá intencional, invita al lector a investigar sobre ciertos (bastantes) conceptos durante la lectura. Esto es a la vez algo positivo y algo negativo. La contrapartida es que corta el ritmo de la lectura, como esas notas a pie de página tan odiosas. Por otro lado, denota una profundidad tremenda y le añade un aspecto metaliterario que incrementa el interés de la obra. La obra de Margaret Cavendish bien podría ser un tratado filosófico en vez de una novela, pues a veces cuesta encontrar los elementos propios de una novela de ficción. El mundo resplandeciente derrocha calidad intelectual. Y sí, soy consciente de que este concepto es peligroso y resbaladizo. No hay que olvidar que esta obra es contemporánea a la Edad de Oro de los encuentros de debate filosófico, y la obra coincide con la corriente racionalista del siglo XVII en Inglaterra.
Pero ¿de qué trata El mundo resplandecienteLa trama comienza con la protagonista en pleno viaje, viaje que la conduce a un universo paralelo poblado por criaturas extrañas e híbridas. Animales antropomorfos (osos, zorros o pájaros). Estos seres que se sorprenden tanto de su llegada como ella de verlos, la conducen al Paraíso donde reside el Emperador, el cual la cree una diosa y se dedica a adorarla. Para ello no le dedica rezos ni rituales, sino que se casa con ella y le otorga el poder absoluto de hacer y deshacer sobre todo ese universo. La ahora Emperatriz necesita a alguien que la asista, por lo que en un intercambio de almas entre el mundo real y el Mundo Resplandeciente, acude la propia duquesa de Newcastle para que le sirva como escriba. A partir de aquí (la mitad de la novela),la duquesa decide investigar la civilización del Mundo Resplandeciente y mantiene una serie de conversaciones con diferentes representantes de ciencias y oficios de este mundo, por lo que las teorías de varios campos de su época se ven reflejadas en esta parte de la obra.
El mundo resplandeciente es una utopía que transmite dos mensajes principales claramente filosóficos: una predilección por una corriente filosófica alejada de la ciencia, y la defensa de la nobleza y la aristocracia. Esto puede chocar, pues en el prólogo se califica a la obra de «protofeminista». Que no soy nadie para discutir esta aserción, pero tengo la sensación de que el texto incurre en otras intenciones. Es cierto que un lector actual puede sacar conclusiones o reflexiones asociadas a nuestro tiempo, pero el discurso aristócrata inglés está muy arraigado en la obra.
Es curioso también el rechazo y la burla de la autora hacia la ciencia y la defensa de la Razón como herramienta «especulativa». Cavendish no oculta su ideología conservadora y proclama su compromiso con la Familia Real, momento en que se acababa de coronar a Carlos II, rey de Inglaterra, Irlanda, Escocia y Francia. Desde luego se trata de una obra curiosa, reflexiva, pero a la que hay que acercarse de forma crítica y paciente. Es una de esas «obras ligadas a su tiempo» que no hay que juzgar de manera premeditada. No deja de parecerme curioso que Cavendish, a mi parecer, sin quererlo, escribiera una obra de preciencia-ficción, o protoespeculativa, y al mismo tiempo reivindicara varios conceptos feministas (el de proclamar su autoría como mujer, entre otros aspectos algo más metafóricos). Pero El mundo resplandeciente no es solo un compendio de ideas filosóficas, es una obra narrativa notable, interesantísima y que se puede leer de forma más superficial sin la sensación de «estar perdiéndose algo» como una obra de aventuras a lo Alicia en el país de las maravillasMargaret Cavendish era una mujer adelantada a su época y no puedo más que celebrar que se haya traducido y publicado un texto tan maravilloso.

Comentarios

  1. Me muero por leer algo de la autora y veo que este libro es maravilloso así que me lo apunto. Gracias por la reseña.
    Un beso

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